Puebla, Pue. En un logro que resalta su compromiso con la preparación y el servicio, Alejandro Armenta, gobernador electo de Puebla, sumó un nuevo título a su trayectoria: Doctor en Administración Pública por el prestigioso Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Este título no solo lo posiciona como un líder mejor preparado, sino también como un ejemplo de cómo la educación pública puede ser el cimiento de una vida dedicada a la superación personal y al bienestar social.
Desde las aulas de primaria en su natal Acatzingo hasta el Instituto de Administración Pública del Estado de Puebla (IAP) y ahora el INAP, Armenta ha recorrido un camino académico que se convierte en testimonio de las oportunidades que ofrece el sistema educativo público. «Soy producto de la educación pública, y esto me llena de orgullo. Cada grado que he obtenido no es solo un logro personal, sino un compromiso con la sociedad que me ha formado», expresó con emoción durante la ceremonia.
Una tesis con impacto social
El punto central de su doctorado fue su tesis titulada «La Bioética Social en el Estado de Derecho para la consolidación de un Modelo de Seguridad y Justicia: Estudio de Caso Puebla». Este trabajo, calificado como innovador y de gran trascendencia, no solo analiza los desafíos actuales de la seguridad y la justicia, sino que también propone un enfoque que pone a las personas en el centro de las políticas públicas. «La bioética social nos invita a repensar cómo garantizar justicia y seguridad desde una perspectiva humana, inclusiva y ética», explicó Armenta.
El jurado, integrado por figuras destacadas de la academia como el Dr. Héctor Rafael Arámbula Quiñones y la Dra. Susana Libien Díaz González, elogió el enfoque fresco y estratégico del estudio. «Alejandro Armenta no solo presentó una investigación; presentó una visión para un modelo de gobierno más justo y eficiente», destacó el director de tesis, el Dr. José Rafael Martínez Puon.
Un gobierno fundamentado en el conocimiento
Armenta dejó claro que este doctorado no es un punto final, sino una herramienta para enriquecer su labor como próximo gobernador. «Cada decisión que tomemos estará fundamentada en datos, en conocimiento, pero, sobre todo, en los valores que promueve la educación pública: igualdad, justicia y compromiso con nuestra gente», aseguró.
Para él, este logro no es solo personal, sino un mensaje para las y los jóvenes poblanos: la educación transforma. «Estudiar en escuelas públicas no me limitó; me impulsó. Hoy quiero que cada estudiante de Puebla sepa que tiene el poder de cambiar su vida y la de su comunidad», subrayó.
Un ejemplo inspirador
Alejandro Armenta no solo celebra un doctorado, sino una trayectoria que combina conocimiento y acción. Su historia es un recordatorio de que el acceso a la educación pública de calidad puede forjar líderes comprometidos con el desarrollo y la justicia social. En palabras de Armenta: «La educación pública no es un privilegio, es un derecho. Y también es la herramienta más poderosa para construir el futuro que todas y todos soñamos».